La traducción como regeneración


Escriba sumerio, antigua ciudad de Lagash, s. XXV a.C.


Antonin Artaud describió el rito místico del Ciguri, que es el Sol, en un ensayo apasionante que recibió el nombre de Los Tarahumara. Buscando dar respuesta a cosas que no comprendía, el poeta se aventuró en el corazón de la Sierra Madre, hogar de los Tarahumara o pies negros, para experimentar de primera mano las trasposiciones mágicas del rito de la noche. La ceremonia comprendía un viaje metafísico en el que, una vez inmerso, el hombre ya no era hombre y se destruía en pedazos para llegar, al final, a casi mirar a los ojos a Dios. A la vida volvía después de recomponerse física y místicamente

Esa es, en corto, la historia del rito del Ciguri. Pero particularmente este es mi blog personal. Y en lo que va de la aniquilación a la recomposición hay un camino que nos lleva a pensar en la traducción. Al trasladar un texto de una lengua a otra rompemos el texto, sus significados y le damos unos nuevos que no tenía, porque la persona que lo recibe nada tiene que ver con su cultura, su tiempo histórico, las vivencias que le envuelven o las mismas reglas de esa lengua. Así, el texto original deja de existir por un momento para volver a tomar forma y sentido al finalizar el proceso de traducción.

En fin, soy traductor y aquí buscaré profundizar en los problemas de traducción que más me interesan de los textos literarios. También dedicaré algo de tiempo a hablar de literatura y arte, historia y en general lo que nos toca como sociedad y que influye en los textos que leemos

Este es un espacio de investigación libre y personal



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